PH Zárraga

Iluminar un patio que era oscuro, en planta baja, pegado a un edificio. Cerrar su techo y abrir su techo: que pase la luz, el aire, la lluvia. Que crezcan plantas y cuelguen luces.
Ensanchar los vanos de las paredes, dejando muro portante suficiente.
Generar una pequeña terraza donde antes había un lavadero. Meter un nuevo lavadero tras un portón, sumar una parrilla.
Diseñar cada mínima parte para aprovechar el espacio al máximo. 
Pensar cada ventana, su relación con el exterior, el patio, las habitaciones. Las formas de apertura, diversas. La luz que dejan pasar, las vistas, los reflejos, las sombras.
Construir un techo transparente. Que se abra, que sea flexible, que junte el agua en canaletas que están del lado de adentro. Un mecanismo artesanal que retoma el de los viejos techos de almacenes y los reformula, agrandando las piezas, haciendo que pivoteen para aliviar el accionar de las manivelas.
Un PH con estructura típica de PH: las habitaciones miran al patio, la escalera lleva a una terraza. Pero este patio es también un jardín tropical con plantas colgantes y un Ave del paraíso, es un espacio para mirar el cielo, un lugar protegido de la lluvia y un lugar para mojarse. Una extensión de la cocina. Un piso de mosaico que desdibuja límites. Un paisaje de luces y de sombras.

Proyecto y dirección: Ramiro Gallardo
Colaborador: Alejandro van den Berg.
Construcción: Federico Peña (albañilería, instalaciones, pintura), Miguel Cabaña (herrería), Héctor Bobka (carpintería), Marcelo Valotta (biblioteca y escritorio).
Mobiliario y plantas: Carolina Corti.
Fotografías: Jorge Díaz Vaccaro.
Buenos Aires. 2017-2018