Las actividades son numerosas y específicas. Acomodar el programa a una forma hubiera sido subordinar actividades a una estructura rígida. Decidimos adoptar un sistema de diseño que permitiera reunir debidamente el organigrama requerido sin atarnos a una forma preconcebida. Por eso diseñamos cada planta temática por separado para que funcionen a la perfección sin otros límites que los de las líneas municipales. Cada planta tiene su propia lógica: algunas son más grandes o más pequeñas, ciegas o abiertas, con circulaciones perimetrales o interiores, etc: cada parte está diseñada en exclusivo, y unida a las demás mediante nucleos de circulación vertical que varían en cada piso ante los requerimientos de las distintas plantas.
En un edificio tan complejo la disposición de cada una de las partes constituyentes influye directamente sobre la forma final del mismo. El edificio está al servicio del funcionamiento de cada programa particular: es en si mismo un organigrama con un nivel muy alto de complejidad.
Proyecto: Ramiro Gallardo, Gustavo Nielsen, Max Zolkwer
Asesor en estructuras: ingeniero Diego Vizzon
Colaboradores: Leo Ferretti, Florencia Bernal, María Cecilia Álvarez Raso, Leticia Ballaceck, Cynthia Papotto, Esteban Blanco
Superficie: 18.500 m2
Buenos Aires.
2009.
